Neoformación apical

Año de publicación: 2010

El tratamiento de dientes jóvenes con ápice inmaduro es motivo de controversia entre clínicos e investigadores y de confusión en alumnos. Son muchos los casos de pacientes jóvenes que acuden a la consulta odontológica con alteraciones pulpares debido a caries, a restauraciones deficientes, fracturas dentales, traumatismos, entre otros, en los cuales el ápice radicular todavía no esta completamente formado complicando el diagnóstico y el tratamiento del diente. La apicogénesis es el tratamiento que se realiza en los dientes vitales y con ello se pretende la formación exclusiva del ápice radicular; la apicoformación es la formación inducida del ápice radicular en dientes necróticos con o sin lesión periapical visible radio gráficamente. Son dientes que no han completado el desarrollo de su porción apical, quedando abierta y presentando un conducto amplio muchas veces divergentes apicalmente, en forma de embudo, en el mejor de los casos con sus paredes paralelas que impiden realizar una perfecta obturación herméticamente sellada, por no contar con un tope de constricción apical. Estos se presentan comúnmente en niños, más en varones que en niñas y comprometen frecuentemente los dientes antero superiores. Lograr la neoformación apical permite tener una obturación adecuada del conducto, haciéndolo más resistente, logrando un alargamiento de la raiz en el caso de dientes vitales, y permitiendo el control de la infección en caso de dientes mortificados, permitiendo la completa formación radicular y apical.

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