Una de las etapas más importantes del tratamiento endodóntico es la instrumentación de los conductos radiculares y su correcta realización posibilitará una perfecta obturación. La endodoncia al igual que otras diciplinas de la odontología, ocasionalmente se relaciona con circunstancias imprevistas e indeseables. La fractura de un instrumento en el conducto radicular implica un serio riesgo para la comunidad del tratamiento endodóntico. Las principales causas de éste accidente son el uso incorrecto de los instrumentos tanto manuales como rotatorio asociado a la resistencia y flexibilidad limitada de los mismo, a demás de otros factores como: La mala técnica e interpretación radiográfica, y la anatomía complicada del diente. Una vez ocurrido el accidente lo deseable sería la remoción o el sobrepaso del fragmento fracturado, pero en caso de no lograr dichos procedimientos correctivos, el tratamiento evolucionaría a una cirugía endodóntica como la opción indicada. Dependiendo del estado pulpar y el grado de contaminación del conducto radicular, la fractura del instrumento podría comprometer el propósito del diente a tratar. En este trabajo serán revisados los tratamientos correspondientes a la fractura de los instrumentos, algunos ya establecidos que actualmente no fueron modificados, así como también diversas técnicas y diferentes materiales utilizados para tratar este accidente, obteniendo en lo posible un resultado exitoso.