La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria causada por toxoplasma gandi, que afecta al hombre, ave y mamífero. Es una enfermedad asintomática, por lo tanto en la mayoría de individuos inmunocompetentes pasa totalmente desapercibida, aunque los cuadros clínicos dependen del órgano afectado por el SIDA y los casos de toxoplasmosis congénita revisten suma gravedad y de allí el interés de salud pública para el diagnóstico adecuado y aplicación de medidas preventivas. Los métodos de diagnóstico actuales se basan en el hallazgo del parásito por medio de métodos directos, así como técnicas indirectas basadas en la búsqueda de anticuerpo mediante procedimientos serológicos. La detección de anticuerpo de tipo IgG e IgM principalmente, se realiza mediante la utilización de técnicas como IFI, ELISA, ISAGA y otras. Las aplicaciones de la PCR están ganando un valioso espacio como método de diagnóstico, aunque no es aplicable en la mayoría de los países debido a su alto costo. El tipo de tratamiento y su duración dependen del cuadro clínico presentado. Las medidas preventivas ocupan un rol fundamental en la prevención de la toxoplasmosis congénita y en inmunocomprometido. La aplicación adecuada y seriada en los programas de prevención constituye el objetivo principal en la mayoría de los países .