La salud oral está relacionada de muchas maneras con la salud y el bienestar general, de ahí que la capacidad de masticar y tragar los alimentos hacen posible la obtención de los nutrientes indispensables que permiten disfrutar de un óptimo estado de salud. La formación de caries depende de un sustrato que consiste principalmente en la sacarosa, actuando el Streptococus mutans en la degradación de este azúcar. La dieta con alto contenido de carbohidratos refinados, que se depositan con facilidad en las superficies dentarias, se definen como dieta cariogénica. No sólo el consumo directo de dietas azucaradas afectan la salud bucal, sino otros factores como la retentividad de los alimentos, la hora en que son consumidos, la frecuencia de la ingestión y su relación o no con un posterior cepillado, una buena técnica de higiene bucal. En la actualidad existe un amplio rango de edulcorantes no cariogénicos que contribuyen al control de la enfermedad de caries, así como ciertos alimentos con propiedades anticariogénicas. De ahí la importancia de revisar la literatura con el objetivo de describir el papel que cumplen los alimentos como sustrato en la formación de la caries dental. El propósito de este trabajo es que el odontólogo incluya junto con la higiene bucal, el uso de fluoruros, las recomendaciones dietéticas como estrategia en la prevención de la caries a nivel individual o colectivo