Se entiende por enfermo en etapa terminal al paciente con un pronóstico de vida estimado en 3 a 6 meses y al que no se le puede ofrecer tratamiento con pretensión curativa. Una enfermedad terminal con la consecuente muerte del paciente es considerada una de las pruebas más grandes que puede tener una familia, por más de que el paciente tenga una edad avanzada. Por eso surgen los cuidados paliativos, como una especialidad para el cuidado de estas personas y el de su familia. "Los cuidados paliativos consisten en la asistencia activa y completa a los pacientes y a su entorno por un equipo multiprofesional, cuando no hay esperanza de curación y en que el objetivo esencial del tratamiento ya no consiste en prolongar la vida. La lucha contra el dolor y otros síntomas, y la consideración de problemas psicológicos, sociales y espirituales, son primordiales. El objetivo de los cuidados paliativos consiste en asegurar la mejor calidad de vida posible tanto para el paciente como para su familia". La Medicina Paliativa, la cual afirma la vida y considera el morir como un proceso normal. No adelanta ni retrasa la muerte