Hoy día, el tratamiento de la insuficiencia cardíaca diastólica (ICAD) se encuentra basado en las guías médicas actuales que solo contienen conceptos empíricos y tratamiento netamente sintomático debido a la ausencia de ensayos clínicos controlados, randomizados y de gran escala que aporten datos concretos para el adecuado manejo terapéutico basado en la evidencia científica (33,34). Por lo tanto, el tratamiento es deficiente y carece de base científica que respalde un adecuado manejo terapéutico y por ende un resultado satisfactorio en la evolución de la enfermedad. No obstante, aparentemente, esta deficiencia está por salvarse pues se están terminando algunos ensayos clínicos de gran relevancia que aportarán datos muy importantes para el adecuado manejo terapéutico de la ICAD (35-37). Cuando tengamos a mano los resultados, estaremos en una mejor posición para definir, diagnosticar y tratar la ICAD. Tendremos datos concretos sobre qué dar y qué contraindicar a nuestros pacientes con esta entidad. Para poder obtener nuevas estrategias terapéuticas eficaces es necesario tener como meta la investigación no solo del cardiomiocito, sino del intersticio extracelular y de los mecanismos neurohormonales. Ya veremos qué datos nos aportan los nuevos ensayos clínicos