Las guías del ACC/AHA en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca recomiendan iniciar la espironolactona solamente después de utilizar adecuadamente inhibidores de la ECA y los betabloqueantes (20). Una de las razones por el mal manejo en la utilización de estos fármacos es la alta publicidad superficial que los diversos medios de comunicación dan a los nuevos fármacos aprobados por la FDA, mencionando solamente los hallazgos gruesos y los beneficios tangibles sin demostrar detalles importantes para su adecuada utilización (28). Lógicamente, esto resulta en una adopción sobresimplificada de una estrategia terapéutica sofisticada, y conduce a una selección inapropiada de pacientes, prescripciones inadecuadas y un pobre monitoreo de los eventos adversos. El empleo incorrecto de la espironolactona ha llevado a serias complicaciones de insuficiencia renal e hiperkalemia. Estos hechos desenmascaran un problema serio que emerge en la nueva era de la polimedicación en pacientes cada vez más complejos y añosos. Por otro lado, algunos datos que son muy importantes para el manejo adecuado de cierto tipo de pacientes no son mencionados en los ensayos, dejando de esa manera una incógnita y un vacío apreciable en nuestros pensamientos. La anticipación a los eventos adversos de una nueva medicación es fundamental para un manejo terapéutico adecuado. Los pacientes en el mundo real son muy diferentes a los pacientes de los ensayos clínicos. Los pacientes son mucho más añosos, toman muchos más medicamentos y por lo tanto están más expuestos a los efectos colaterales de la polimedicación. Además, presentan más co-morbilidad por tener otras enfermedades asociadas. Estos hechos nos demuestran que debemos ejercer mucho más cuidado y ser mucho más meticulosos en el manejo terapéutico de nuestros pacientes del mundo real que el ejercido en los ensayos clínicos. Como médicos tenemos una gran responsabilidad en utilizar y elegir adecuadamente las diferentes estrategias terapéutic...