El compromiso del gobierno con la desnutrición en Paraguay
The government commitment to malnutrition in Paraguay
Mem. Inst. Invest. Cienc. Salud (Impr.); 18 (1), 2020
Año de publicación: 2020
Debido al rápido crecimiento económico y al aumento de la productividad agrícola en las últimas dos décadas, la proporción de personas desnutridas disminuyó casi a la mitad. Muchos países en desarrollo que sufrían hambrunas están ahora en condiciones de satisfacer las necesidades nutricionales de los más vulnerables. Regiones como Asia Central y Oriental y América Latina y el Caribe han avanzado muchísimo en la erradicación del hambre extrema. Lo anterior son logros significativos para del cumplimiento de las metas establecidas por los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Desgraciadamente, el hambre extrema y la desnutrición siguen siendo obstáculos enormes para el desarrollo de muchos países. Se estima que 795 millones de personas sufrían de desnutrición crónica en 2014, a menudo como consecuencia directa de la degradación ambiental, la sequía y la pérdida de biodiversidad. Más de 90 millones de niños menores de cinco años tienen un peso peligrosamente bajo y una de cada cuatro personas pasa hambre en África2.
El número de personas que padecen de hambre ha crecido en los últimos tres años, volviendo a niveles de hace casi una década. Así, lo confirma el último Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición (SOFI 2018) publicado recientemente por la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)3.
Además, dicho informe consigna que en Paraguay la sub-nutrición golpea a cien mil personas más que hace diez años, alcanzando a más del 11% de la población nacional. Esto significa que 800.000 personas están sub-alimentados.
El hambre y la pobreza tienen un rostro rural, por falta de infraestructuras; es importante la atención de la clase política para generar políticas públicas; Paraguay produce alimentos para 80 millones de habitantes y tenemos más de 700 mil personas con hambre”, según lo expresado por Jorge Meza, representante permanente de la FAO en Paraguay4.